"No hay beso que no sea principio de despedida;
incluso el de llegada".
George Bernard Shaw
Por la mañana, aún después de habernos acostado tarde, la mayoría nos fuimos levantando temprano... Las risas de unas iban despertando a otras, y así sucesivamente, hasta que de nuevo todas concurrimos en el salón. Por turnos desayunábamos, nos duchábamos y recogíamos nuestras pertenencias, mientras Sahi nos sorprendió de nuevo a todas con su flamante secador de pelo: "ni el secador puede ser normal", o algo así, fue lo que oímos gritar a Loreto antes de semejante aparición.
Jajajajajaja. Es que Sahi nos tenía a todas asombradas, jajajajaja.
Después ella misma fue metiendo en su portátil todas las fotos que habíamos hecho estos días. Bueno, todas no... porque el ordenador nos salió exquisito, y no quiso coger la tarjeta de mi cámara (o sería mi cámara la exquisita, que no podía tener una tarjeta normal y corriente), y el tarjetón de la cámara de Yoli no había por dónde meterlo.
Antes de que el momento de la despedida llegase, nos pusimos en plan top-models a hacernos trochocientas fotos con nuestros proyectos (como bien me aconsejó Ana que los llamara, y no nuestras "cosas éstas", jajajajaja).

Los pobres fotógrafos estaban como locos, con una cámara, otra... les faltaba gritar: "¡Eva, aquí por favor!, ¡Rosa, mira aquí!, ¡Mai, por favor!" en plan photocall total, jajajajaja.

Yo no hice ninguna foto en estos últimos momentos, pero sí que hice una que me resultó muy graciosa, de todo quisqui fotografiando a diestro y siniestro. Amparo la tituló en su blog "un poco de

Después de la sesión fotográfica llegó un momento de planificación en el que algunas, en especial yo, nos volvimos particularmente locas... yo quería una crop por estación del año, y ya empezaba a achuchar (y asustar) a todas las allí presentes con mis fechas... jajajajaja. Menos mal que entre Loreto y Ana pusieron un poco de mesura, y me hicieron caer del guindo, porque ya mis neuronas no regían bien, jajajajaja.
Y finalmente llegó el más temido momento... con las cámaras guardadas, el marido de Amparo listo para llevar de vuelta a las valencianas y la chicharrera, Abel que ya me había llamado y me esperaba en la carretera general de Molina, era el momento de la despedida final...
Con un sinfín de "gracias", abrazos, besos, sonrisas y alguna que otra lágrima, nos despedimos. Fue un momento muy triste, a la par de bonito, recordando los días compartidos, y los que (espero) aún quedan por compartir. Yo me monté con Yoli y Ana en el coche de ésta, porque ellas me dejaban donde me esperaba Abel. La imagen de Eva, sola, despidiéndonos al otro lado de la verja de su casa era muy triste. Pero ella sonreía con una ternura tal, que hacía que sólo pensaras en lo mejor de este fin de semana.
Siguiendo el coche del marido de Amparo (o de Amparo, tanto monta, monta tanto) salimos a la carretera general, y enseguida llegamos donde estaba Abel. Le presenté a Ana, Yoli y Amparo y ya me despedí de las tres... Se acababa todo.
FIN
Epílogo
No quería acabar mi crónica por fascículos sin dar las GRACIAS.
Gracias a Eva en primer lugar, por ser la anfitriona perfecta. Por recogerme, acogernos en su casa, hacernos sentir tan a gusto en ella, por cuidar tantos detalles y hacer posible un fin de semana como el que hemos pasado. Me ha encantado volver a verte. ¡Gracias!
Gracias a Amparo por sus risas, su forma tan divertida de contar todo, darle la pizca de sal que hacía falta a este fin de semana y prestarme su cosa ésa de diamante tan chula xDDDD. Ha sido un placer conocerte y compartir este fin de semana contigo.
Gracias a Ana, por ser la maestra perfecta y por enseñarnos tantas cosas (al menos a mí), por ser tan cercana y tan atenta. Me ha encantado conocerte y ver que la maravillosa imagen que ya tenía de ti era una sombra, comparada con la calidad de persona que eres en realidad.
Gracias a Loreto por su simpatía, su gracia, por hacer el esfuerzo de dejar a su pequeñín, muy pequeñín, y venir a compartir este fin de semana con nosotras. Conocerte ha sido una auténtico placer.
Gracias a Maribel, por su paz, la tranquilidad que transmitía, su simpatía y su delicadeza... ¡y por traer cositas lindas para vender! Me ha encantado compartir este fin de semana contigo. Te mando un abrazo enorme cargado de cariño desde aquí...
Gracias a Rocío, porque me ha hecho sentir como si la conociera de toda la vida. Tenía unas ganas locas de encontrarme contigo por fin, y todo lo que me hubiese podido imaginar antes ha sido poco comparado con la realidad: tu encanto, tu espontaneidad, tu simpatía... irradias alegría por todos los poros. Viendo las fotos con Abel decía que parecíamos Zipi y Zape, jajajajaja.
Gracias a Rosa por traernos unos kits maravillosos y por su simpatía. Hay que ver lo que me he reído contigo: que si los "rinstones", la "chomper" y demás palabros en inglés que tan bien pronunciabas. ¡Gracias!
Gracias a Sahi por el enorme esfuerzo que hizo al venir. Ya sólo por eso se merece mi cariño, pero es que luego al conocerla te das cuenta de que es una chica excepcional: simpática, graciosa, divertida, agradable... y con un acento que, no lo puedo evitar, me encanta.
Gracias a Yoli por, simplemente (que no es poco), ser como es. Me ha encantado conocerte: tu personalidad, tu dulzura, tu forma tan cercana de dirigirte a los demás... ¡qué maravilla! Por no hablar de las preciosidades que haces y lo embobada que me quedaba mirando tus creaciones.
Gracias a los dos santos que acompañaban a Rosa y a Rocío: Ben y Miky. Han sido dos auténticos campeones, y encima hacían lo imposible también porque todas estuviésemos a gusto. Un auténtico placer conoceros, qué suerte tenéis con vuestras niñas, y viceversa.
Gracias a todos/as los que habéis tenido la paciencia de leerme durante estas largas cuatro crónicas. Desde luego, tenéis un mérito incalculable. Y doble agradecimiento a los que, encima, habéis tenido el detallazo de dejarme un comentario.
Gracias.
ESTADO ACTUAL:
muy agradecida